jueves, 16 de junio de 2016

Donde aúllan las colinas - Francisco Narla

Edición: 1ª ed.
Publicación: Barcelona: Planeta, 2016
Descripción física: 251 p.; 24 cm.
ISBN: 978-84-08-14101-3
CDU: 821.134.2-31"20"
Signatura: N NAR don
Precio: 19,95 euros en la Casa del Libro.






AMOR LOBUNO, CODICIA HUMANA

Los que soléis pasar por aquí, ya sabéis de mi predilección por la obra de Francisco Narla desde que, de forma totalmente casual, descubrí sus novelas. La que os traigo hoy es la última que ha publicado; debería haberse lanzado en 2015, pero la fatalidad quiso que en fechas cercanas a la publicación nos llegara la noticia del trágico accidente de Germanwings en los Alpes franceses; como el suceso, con un piloto suicida de por medio, tenía bastante que ver con el argumento de Caja negra, una de las novelas anteriores de Francisco, su editorial decidió aprovechar el tirón y reeditarla. Así que Donde aúllan las colinas se quedó esperando (y nosotros, sus pobres seguidores, también) hasta que por fin vio la luz hace poco más de un mes.


Argumento y personajes

En la contraportada del libro se nos muestra el siguiente resumen:
En Hispania la guerra civil ha terminado. Roma está en manos de un solo hombre: Julio César. Pero su ambición no tiene límites, y conoce un lugar en las colinas del norte donde se guarda un secreto que garantizaría el poder que ambiciona. Y hasta la ancestral Galicia envía a un grupo escogido de legionarios que, haciéndose pasar por alimañeros, acabarán con los lobos que merman el ganado de las tribus locales. Sin embargo, algo saldrá mal.
La última loba preñada es acorralada. Y el lobo no tendrá piedad con los hombres que han matado a su compañera. Los perseguirá hasta el corazón de la misma Roma y truncará los planes secretos de Julio César.
Como veis, la historia es una sola pero tiene dos tramas: por un lado está Julio César, que se encuentra en el apogeo de su carrera militar y política pero, como les suele pasar a los políticos (también ahora), no se conforma con haber ganado una guerra civil y persigue metas más altas. Esta trama es la que mejor retrata la codicia humana: el objetivo del general romano es encontrar la ubicación exacta de las minas de oro que sabe que hay en Galicia, y para ello no dudará en enviar a aquellas tierras a un grupo de sus hombres, liderados por el centurión Lucio Trebellio Máximo, que se harán pasar por alimañeros para exterminar a los lobos que están diezmando los rebaños de la población local. Pero en realidad lo que pretenden es trabar amistad con los lugareños para que les revelen el lugar en el que se encuentran esas minas. Cainos es uno de los hombres de Lucio, que ha sido elegido por ser trampero e hispano; conoce a la perfección los bosques gallegos, el oficio de trampero y por supuesto a los lobos, por lo que será el primero en sospechar que los planes previstos se van a torcer un poco...

Por otro lado está la trama del lobo, la que narra a la perfección cómo son el carácter y las costumbres de este animal tan injustamente juzgado, casi siempre por desconocimiento. Si en la trama anterior destaca por encima de todo esa codicia tan característica de los humanos (después de esta lectura le cogí más manía, si cabe, a Julio César), en esta encontraremos el polo opuesto: es la historia de un lobo que tiene sed de venganza porque los hombres se lo han arrebatado todo: a su pareja y a sus futuros cachorros, ya que recordaremos que la loba estaba preñada en el momento en el que le asestan ese lanzazo mortal. Y el lobo, si es necesario, perseguirá a sus enemigos humanos hasta el último rincón del mundo porque ya no tiene nada que perder.


Mis impresiones

En el encuentro que Planeta organizó el pasado mes de mayo con motivo de la publicación de la novela, unos cuantos administradores de blogs literarios nos reunimos una tarde con Francisco en un local madrileño, para intercambiar impresiones sobre la lectura (quienes ya habían leído la novela) y para charlar de manera distendida con el autor, como si fuéramos unos cuantos amigos en una tertulia literaria. Fue una velada de lo más interesante y Francisco, entre otras cosas, nos contó que esta novela, a pesar de ser la más corta, era la que más difícil le había resultado escribir, principalmente porque ya sabemos que uno de los protagonistas es un lobo y, aunque él vive en tierra de lobos y los conoce muy bien, no quería humanizarlo; creo que es es todo un reto para un escritor conseguir novelar algo así, y además conseguir que para los lectores resulte creíble. Sin embargo, él ha superado el reto con creces; son preciosas las descripciones que hace en los momentos en los que el protagonista es el lobo: lo que siente, lo que huele, lo que escucha, lo que teme... Por supuesto en estas partes no hay diálogo, y es que el lobo se comporta como un lobo y no como un animal humanizado; lo que vemos y sentimos a través del lobo es totalmente real: miedo por saber que los hombres están al acecho, amor incondicional por su pareja, dolor inmenso tras perderla, y unos terribles deseos de venganza.

Yo tenía mucha curiosidad por leer una novela que, sin ser del género fantástico, tuviera como protagonista a un animal; además en el caso del lobo tenía más ganas aún, porque aunque no he nacido en tierra de lobos como el autor, mi padre sí, y recuerdo bien las historias que él me contaba sobre lobos cuando yo era más pequeña. Y del mismo modo que me emocionaba escuchando las cosas que mi padre me contaba, me he emocionado conociendo al lobo protagonista de la historia. Es precisamente de una de estas historias de lobos, que le llegó a Francisco, de donde salió la idea de esta novela; además se sabe que Julio César estuvo en España y se sabe que los romanos explotaron durante años las minas de oro del noroeste de nuestro país, así que ¿por qué no situar la historia en aquel momento y en aquel lugar?

Siempre que escribo una reseña de una novela de Narla menciono su uso del lenguaje, y por supuesto esta vez no podía ser menos; como siempre, es un lenguaje cuidado hasta el más mínimo detalle, un lenguaje en algunos momentos poético, elegante en otros, incluso rudo cuando hace falta... Pero, por encima de todo, es un lenguaje que emociona y que es capaz de transmitirnos todo tipo de sentimientos, desde el temor de Cainos porque sabe que el lobo no parará hasta vengarse, pasando por la indiferencia de Julio César por todo lo que no sea la consecución de sus propios planes, hasta el inmenso dolor de nuestro lobo cuando asume que no podrá hacer nada por su pareja. Ese momento en el que llega a la orilla del mar y se pone a corretear persiguiendo las olas, vuelve la vista atrás para jugar con su loba, y de repente se da cuenta de que ella ya no está, es una de mis escenas preferidas, y desde luego una de las que más me hizo llorar...

Otra cosa que caracteriza a las novelas de Francisco es que con ellas siempre tenemos ocasión de viajar, en este caso a la Roma imperial y también a Galicia; además, cuando leí Donde aúllan las colinas, hacía tan sólo unos días que había vuelto de un viaje precisamente por tierras gallegas y leonesas; y al leer el fragmento en el que los romanos hablan de elegir la montaña que van a malherir para conseguir oro (la técnica que empleaban para extraer el oro de las montañas era bastante agresiva), rememoré de nuevo esos paisajes tan espectaculares y llamativos que había visto en Las Médulas. La novela es muy corta, sobre todo si la comparamos con las anteriores, pero a pesar de su brevedad hay pasajes tan bonitos que yo, personalmente, releí algunos varias veces. Los capítulos son cortos, con títulos de lo más sugerente y, al principio de cada uno, esas huellas de lobo que se acercan más a su destino según avanzamos con la lectura.

Acostumbrada a otras novelas de Narla que tienen unas mil páginas, tengo que confesar que esta me cautivó pero se me acabó tan pronto que me habría encantado que fuera muchísimo más larga. Sin embargo, tiene a su favor que me hizo reflexionar muchísimo; en algunos momentos no pude evitar recordar lo que decía el protagonista de la película Entrelobos: Los animales son mejores que las personas... Y también a su favor está el hecho de que es de las lecturas que dejan huella; hace días que la terminé y todavía sigo paladeando algunos de sus pasajes...


Conclusión

Me gusta que las novelas que leo me transmitan algo; y no sólo me refiero a que me gusten, sino a que al terminar de leerlas no me quede con la sensación de haber perdido el tiempo porque la lectura no me ha aportado absolutamente nada. Puede que me haya sentido identificada con algún personaje, o que haya querido matar a otro, o que haya sufrido o me haya divertido con ellos; el caso es que, al terminar de leer un libro, me sienta en cierto modo triste porque la historia ha acabado y me habría gustado que durara más. Esto es precisamente lo que ocurre con las novelas de Francisco, que siempre te dejan con ganas de más.

En más de una ocasión le he oído decir que, en todos sus escritos, siempre pone alma, corazón y vida; y tengo que añadir que todos sus escritos me han gustado. Pero si con Assur me hizo reencontrarme con mis queridos vikingos y viajar por tierras gallegas (literalmente, porque mientras lo leía andaba por Galicia y aproveché para visitar algunos de los enclaves que aparecen en la novela), con Ronin me descubrió el Japón medieval y una parte de la historia de España que conocía muy poco, con Caja negra me tuvo en vilo constante, y con Los lobos del centeno me dio a conocer secretos y leyendas de su Galicia natal, con Donde aúllan las colinas ha conseguido nada menos que hacerme sentir, más que nunca, ese alma, ese corazón y esa vida que siempre pone en sus novelas. La última vez que nos vimos, me dijo: Esta es la mejor novela que he escrito. Y personalmente, me he emocionado escribiendo esta reseña casi tanto como leyendo la novela, así que no puedo más que darle la razón.






martes, 7 de junio de 2016

La hija del dragón - Myriam Millán

Publicación: Madrid: La Esfera de los Libros, 2015
Edición: 1ª ed.
Descripción física: 544 p.; 23 cm.
ISBN: 978-84-9060-534-9
CDU: 821.134.2-31"20"
Signatura: N MIL hij
Precio: 19,90 euros en la Casa del Libro.






LA CONDESA SANGRIENTA

Hace ya bastante tiempo que me estrené con Myriam Millan, gracias a la organización de un "libro viajero" que me hizo llegar su Décima docta; esta novela me pareció muy original y, después de leerla, me apunté a Myriam en mi lista de futuras lecturas. Hace algunos meses me enteré de que veía la luz una nueva novela suya, La hija del dragón, que terminé de leer recientemente.


Argumento y personajes

La historia comienza por un lado en el año 1600 en Nyitra, un pequeño pueblo de Transilvania. Los habitantes de este pueblo sospechan, y además hacen a propósito que se difunda la creencia, que en los bosques de la zona hay algo; no saben (o más bien no quieren que nadie sepa) si es un lobo, un demonio o qué exactamente, pero sí son conscientes de que desde luego es algo que tiene que ver con el hecho de que, cada cierto tiempo, una joven doncella desaparezca y nadie vuelva a tener noticias de ella... Y así hasta más de quinientas chicas.

Por otro lado, nos encontramos con dos tramas paralelas en el Londres del año 2013; en esta ciudad aparecen varios cadáveres de chicas jóvenes, cadáveres que supuestamente proceden de actividades de tráfico humano, y que parece ser que han sido desangrados con aparatos de tortura; pero por las heridas que presentan los cuerpos de las chicas, se intuye que estos aparatos son antiguos... Y aquí es donde hace acto de presencia Emanuel Mason, al que ya tuvimos ocasión de conocer en Décima docta; el doctor Mason descubrirá muy pronto que sus peores pronósticos están a punto de hacerse realidad: los asesinatos están en cierto modo relacionados con uno de los personajes más temibles de la historia: Erzsébet Báthory. Y por último, la otra trama del momento actual es la que nos cuenta la historia de Lara, una chica que estudia canto y que un día descubre que tiene un tumor cerebral inoperable, como le dicen los médicos y como se repite unas cuantas veces en la novela. Así, cuando Lara cae en manos de la organización que supuestamente está detrás de las chicas asesinadas en Londres, cree que la muerte será en el fondo su forma de liberarse por fin de este sufrimiento; pero claro, no es tan sencillo morir a manos de esta organización, ni desde luego va a ser tan rápido como a Lara le gustaría...

Así, leyendo tanto sobre la investigación de los crímenes actuales como sobre la vida de Erzsébet Báthory, iremos descubriendo cómo la búsqueda de la eterna juventud ha sido el objetivo de mucha gente a lo largo de los siglos. El doctor Mason tendrá que desempolvar sus recuerdos sobre los orígenes del vampirismo y sobre los ritos que conlleva, que él mismo conoce muy bien. A lo largo de la lectura iremos dando saltos en el tiempo, y estos saltos nos harán ir descubriendo tanto los rituales llevados a cabo por Erzsébet (también conocida como la condesa sangrienta) como las investigaciones que en el momento actual van desarrollando el doctor Mason y sus compañeros.

Iremos conociendo también, a través de esta alternancia de los tiempos en los que suceden las acciones, al resto de personajes que protagonizan las tres historias. Así, en el presente nos reencontraremos con Natalia, que ya apareció también en Décima docta como una de las víctimas del ritual de Nellifer, y que en esta ocasión vuelve pero no como víctima sino como uno de los verdugos de la organización que lleva a cabo los rituales; conoceremos a Victoria, la suma sacerdotisa de esta organización que, igual que Erzsébet, también perseguirá alcanzar la inmortalidad; y por supuesto al resto de sacerdotes que llevan a cabo cada uno de los macabros rituales, entre estos sacerdotes tenemos a Adele y Frederic, o a los mellizos Cristine y Eric, con los que nos llevaremos alguna que otra sorpresa. También nos reencontraremos con Jean Marc, que igualmente aparecía ya en la novela anterior de Myriam y que, para no destripar nada a los que no la han leído, no diré quién es.


Mis impresiones

A través de la lectura de las tres historias conoceremos detalles sobre los que se supone que son los verdaderos orígenes del vampirismo; cuando pensamos en vampiros, supongo que a casi todos nos viene a la mente esa imagen romántica y decimonónica del Drácula de Bram Stoker, pero aunque él fue cronológicamente anterior a Erzsébet, parece que en realidad fue ella la primera persona en la historia que utilizó los rituales que se describen en la novela. Por supuesto, tiene a su alrededor a un grupo de personas (no he mencionado a todos los personajes, pero hay unos cuantos secundarios que también tienen su papel) que están al corriente de las actividades de la condesa sangrienta, y que como he mencionado, al mismo tiempo en el pueblo se encargan de que nadie se entere de lo que pasa en realidad con las jóvenes de Nyitra. Sin embargo será a través de un niño (ya que su hermana es una de las chicas que acaba yendo al castillo), que descubre que el monstruo del bosque es en realidad una persona de carne y hueso, como iremos conociendo muchos de los detalles de la historia que sucede en el pasado.

Entre otras cosas, estos detalles que se nos irán desvelando serán en muchos casos datos históricos y totalmente reales; tanto Natalia como el doctor Mason serán los encargados de ir desgranando todos los entresijos de la organización, que nos llevarán hasta rituales sangrientos de civilizaciones que vivieron hace cientos de años. Todos estos datos se irán alternando con lo que sucede en la actualidad, por lo que los iremos conociendo con cuentagotas; en esto la novela difiere un poco de Décima docta, ya que en esta novela anterior la acción se sucedía con un ritmo en ocasiones muy trepidante, y sin embargo en La hija del dragón podríamos decir que el ritmo es algo más pausado, aunque no mucho más en realidad. Pero en cualquier caso no dejaremos en ningún momento de sorprendernos con lo que va ocurriendo en la antigüedad y en el momento actual, tanto en la trama correspondiente a Natalia como en la que protagoniza Emanuel Mason.

Como ya pasaba en la novela anterior, y en esta es quizá más exagerado aún, habrá algunos ratos en los que lo pasaremos realmente mal por lo que les ocurre a los protagonistas de las tres tramas. No es plan de destripar aquí nada porque es mucho mejor que si os apetece leerla os vayáis enterando por vosotros mismos, pero la descripción de las torturas es de lo más gráfica, y desde luego si sois fácilmente impresionables puede que estas partes no os terminen de gustar demasiado porque Myriam no es que se ahorre los detalles precisamente. Aun así, la novela se hace muy fácil de leer porque la acción no decae en casi ningún momento; además hay alternancia entre capítulos largos y algunos más cortos, de hecho hay algunos incluso de una o dos páginas solamente, por lo que no nos resultará nada difícil decidirnos a leer otro capítulo más, y otro, y otro.

Conclusión

Me ha gustado mucho esta lectura, y con ella he pasado momentos de mucha tensión y como decía antes, de sufrir con los personajes, como ya me ocurrió cuando en su día leí Décima docta. Se nota la evolución de la autora desde la novela anterior a esta, tanto en la forma de escribir como en el tratamiento que les da a los personajes que forman la historia; quizá ahora Myriam es capaz de hacer que los conozcamos mejor, y eso siempre es de agradecer.

La historia también esta vez me ha parecido bastante original, y además he podido recordar cosas de cuando leí la novela anterior; a veces, aunque un libro te haya gustado, después de algún tiempo se te van diluyendo algunos detalles, y en mi caso con esta lectura he tenido ocasión de refrescarlos. Aun así, y aunque lo he pasado bien leyendo La hija del dragón, creo que si tuviera que elegir una sola novela me quedaría con Décima docta, que a pesar de los pesares (fue toda una aventura para Myriam el proceso de publicación de esta novela y hubo muchísimos problemas) disfruté muchísimo más. Aunque también es cierto que con La hija del dragón he descubierto detalles que no conocía sobre el vampirismo, a pesar de que he leído ya unos cuantos libros que tratan el tema.