Entre las respuestas que recibió Marguerite Hart, la bibliotecaria, en la entrada de Abadía Digital han destacado una que, me ha parecido preciosa (no podía ser de otra manera, siendo yo también bibliotecaria):
En la entrada original tenéis la traducción, por si a alguien le apetece leerla en español. Y como además esta carta fue escrita cuando sólo me faltaban algo menos de dos meses para nacer, me "autohago" destinataria de ella porque suscribo punto por punto todo lo que dejó escrito este autor sobre las maravillas que encierran estos edificios.
Que texto más bonito. Me ha encantado. A mi me faltaba dos añitos para nacer, pero me hace ilu hacerme también destinataria de la carta, si me dejas.
ResponderEliminarBesotes!!!
Margari: La verdad es que es un texto precioso. Por supuesto, eres bienvenida a la lista de destinatarios.
ResponderEliminarQué preciosidad, yo también soy una fan absoluta de las bibliotecas, no podría entender un mundo sin ellas y trato de inculcárselo a mi hijo, que de momento ya apunta maneras ;)
ResponderEliminarmatiba: A mí me pasa igual, y de hecho no consigo entender a la gente que alguna vez me ha dicho que no ha leído un solo libro en su vida... Me alegro de que tu hijo vaya por el mismo camino que tú. :-)
ResponderEliminarQué entrada más bonita, Espe. Me ha gustado mucho. Tanto la iniciativa de la bibliotecaria en su día, que creo debería hacerse hoy en día, como la nota de Asimov.
ResponderEliminarbsos!
Rosalía: Es que cuando me llegó hace unos días me gustó tanto que tuve claro lo de dedicarle una entrada. La verdad es que hay por ahí bibliotecarios que se ve que trabajan en esto por vocación y disfrutan con lo que hacen; es una pena que no todos sean así...
ResponderEliminarMe ha parecido una metáfora maravillosa y entrañable. No se puede explicar mejor. Y en esa fecha me temo que yo ya había leído algunos cuentos...
ResponderEliminarUn saludo.
Javier: La verdad es que a mí también me pareció un texto precioso. Supongo que por cosas como esta fue por lo que decidí ser bibliotecaria.
ResponderEliminarQue forma más bonita de motivar la lectura. Me llevo prestado el texto, con el permiso de Asimov, de la bibliotecaria y el tuyo, para ponerlo bien visible en la biblioteca del colegio.
ResponderEliminarUn abrazo
Blanca: Seguro que tanto Asimov como la bibliotecaria estarían encantados de saber que lo tomas prestado. Y yo ni que decir tiene, por supuesto.
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