Publicación: Barcelona: Planeta, 2016
Descripción física: 251 p.; 24 cm.
ISBN: 978-84-08-14101-3
CDU: 821.134.2-31"20"
Signatura: N NAR don
Precio: 19,95 euros en la Casa del Libro.
AMOR LOBUNO, CODICIA HUMANA
Los que soléis pasar por aquí, ya sabéis de mi predilección por la obra de Francisco Narla desde que, de forma totalmente casual, descubrí sus novelas. La que os traigo hoy es la última que ha publicado; debería haberse lanzado en 2015, pero la fatalidad quiso que en fechas cercanas a la publicación nos llegara la noticia del trágico accidente de Germanwings en los Alpes franceses; como el suceso, con un piloto suicida de por medio, tenía bastante que ver con el argumento de Caja negra, una de las novelas anteriores de Francisco, su editorial decidió aprovechar el tirón y reeditarla. Así que Donde aúllan las colinas se quedó esperando (y nosotros, sus pobres seguidores, también) hasta que por fin vio la luz hace poco más de un mes.
Argumento y personajes
En la contraportada del libro se nos muestra el siguiente resumen:
En Hispania la guerra civil ha terminado. Roma está en manos de un solo hombre: Julio César. Pero su ambición no tiene límites, y conoce un lugar en las colinas del norte donde se guarda un secreto que garantizaría el poder que ambiciona. Y hasta la ancestral Galicia envía a un grupo escogido de legionarios que, haciéndose pasar por alimañeros, acabarán con los lobos que merman el ganado de las tribus locales. Sin embargo, algo saldrá mal.Como veis, la historia es una sola pero tiene dos tramas: por un lado está Julio César, que se encuentra en el apogeo de su carrera militar y política pero, como les suele pasar a los políticos (también ahora), no se conforma con haber ganado una guerra civil y persigue metas más altas. Esta trama es la que mejor retrata la codicia humana: el objetivo del general romano es encontrar la ubicación exacta de las minas de oro que sabe que hay en Galicia, y para ello no dudará en enviar a aquellas tierras a un grupo de sus hombres, liderados por el centurión Lucio Trebellio Máximo, que se harán pasar por alimañeros para exterminar a los lobos que están diezmando los rebaños de la población local. Pero en realidad lo que pretenden es trabar amistad con los lugareños para que les revelen el lugar en el que se encuentran esas minas. Cainos es uno de los hombres de Lucio, que ha sido elegido por ser trampero e hispano; conoce a la perfección los bosques gallegos, el oficio de trampero y por supuesto a los lobos, por lo que será el primero en sospechar que los planes previstos se van a torcer un poco...
La última loba preñada es acorralada. Y el lobo no tendrá piedad con los hombres que han matado a su compañera. Los perseguirá hasta el corazón de la misma Roma y truncará los planes secretos de Julio César.
Por otro lado está la trama del lobo, la que narra a la perfección cómo son el carácter y las costumbres de este animal tan injustamente juzgado, casi siempre por desconocimiento. Si en la trama anterior destaca por encima de todo esa codicia tan característica de los humanos (después de esta lectura le cogí más manía, si cabe, a Julio César), en esta encontraremos el polo opuesto: es la historia de un lobo que tiene sed de venganza porque los hombres se lo han arrebatado todo: a su pareja y a sus futuros cachorros, ya que recordaremos que la loba estaba preñada en el momento en el que le asestan ese lanzazo mortal. Y el lobo, si es necesario, perseguirá a sus enemigos humanos hasta el último rincón del mundo porque ya no tiene nada que perder.
Mis impresiones
En el encuentro que Planeta organizó el pasado mes de mayo con motivo de la publicación de la novela, unos cuantos administradores de blogs literarios nos reunimos una tarde con Francisco en un local madrileño, para intercambiar impresiones sobre la lectura (quienes ya habían leído la novela) y para charlar de manera distendida con el autor, como si fuéramos unos cuantos amigos en una tertulia literaria. Fue una velada de lo más interesante y Francisco, entre otras cosas, nos contó que esta novela, a pesar de ser la más corta, era la que más difícil le había resultado escribir, principalmente porque ya sabemos que uno de los protagonistas es un lobo y, aunque él vive en tierra de lobos y los conoce muy bien, no quería humanizarlo; creo que es es todo un reto para un escritor conseguir novelar algo así, y además conseguir que para los lectores resulte creíble. Sin embargo, él ha superado el reto con creces; son preciosas las descripciones que hace en los momentos en los que el protagonista es el lobo: lo que siente, lo que huele, lo que escucha, lo que teme... Por supuesto en estas partes no hay diálogo, y es que el lobo se comporta como un lobo y no como un animal humanizado; lo que vemos y sentimos a través del lobo es totalmente real: miedo por saber que los hombres están al acecho, amor incondicional por su pareja, dolor inmenso tras perderla, y unos terribles deseos de venganza.
Yo tenía mucha curiosidad por leer una novela que, sin ser del género fantástico, tuviera como protagonista a un animal; además en el caso del lobo tenía más ganas aún, porque aunque no he nacido en tierra de lobos como el autor, mi padre sí, y recuerdo bien las historias que él me contaba sobre lobos cuando yo era más pequeña. Y del mismo modo que me emocionaba escuchando las cosas que mi padre me contaba, me he emocionado conociendo al lobo protagonista de la historia. Es precisamente de una de estas historias de lobos, que le llegó a Francisco, de donde salió la idea de esta novela; además se sabe que Julio César estuvo en España y se sabe que los romanos explotaron durante años las minas de oro del noroeste de nuestro país, así que ¿por qué no situar la historia en aquel momento y en aquel lugar?
Siempre que escribo una reseña de una novela de Narla menciono su uso del lenguaje, y por supuesto esta vez no podía ser menos; como siempre, es un lenguaje cuidado hasta el más mínimo detalle, un lenguaje en algunos momentos poético, elegante en otros, incluso rudo cuando hace falta... Pero, por encima de todo, es un lenguaje que emociona y que es capaz de transmitirnos todo tipo de sentimientos, desde el temor de Cainos porque sabe que el lobo no parará hasta vengarse, pasando por la indiferencia de Julio César por todo lo que no sea la consecución de sus propios planes, hasta el inmenso dolor de nuestro lobo cuando asume que no podrá hacer nada por su pareja. Ese momento en el que llega a la orilla del mar y se pone a corretear persiguiendo las olas, vuelve la vista atrás para jugar con su loba, y de repente se da cuenta de que ella ya no está, es una de mis escenas preferidas, y desde luego una de las que más me hizo llorar...
Otra cosa que caracteriza a las novelas de Francisco es que con ellas siempre tenemos ocasión de viajar, en este caso a la Roma imperial y también a Galicia; además, cuando leí Donde aúllan las colinas, hacía tan sólo unos días que había vuelto de un viaje precisamente por tierras gallegas y leonesas; y al leer el fragmento en el que los romanos hablan de elegir la montaña que van a malherir para conseguir oro (la técnica que empleaban para extraer el oro de las montañas era bastante agresiva), rememoré de nuevo esos paisajes tan espectaculares y llamativos que había visto en Las Médulas. La novela es muy corta, sobre todo si la comparamos con las anteriores, pero a pesar de su brevedad hay pasajes tan bonitos que yo, personalmente, releí algunos varias veces. Los capítulos son cortos, con títulos de lo más sugerente y, al principio de cada uno, esas huellas de lobo que se acercan más a su destino según avanzamos con la lectura.
Acostumbrada a otras novelas de Narla que tienen unas mil páginas, tengo que confesar que esta me cautivó pero se me acabó tan pronto que me habría encantado que fuera muchísimo más larga. Sin embargo, tiene a su favor que me hizo reflexionar muchísimo; en algunos momentos no pude evitar recordar lo que decía el protagonista de la película Entrelobos: Los animales son mejores que las personas... Y también a su favor está el hecho de que es de las lecturas que dejan huella; hace días que la terminé y todavía sigo paladeando algunos de sus pasajes...
Conclusión
Me gusta que las novelas que leo me transmitan algo; y no sólo me refiero a que me gusten, sino a que al terminar de leerlas no me quede con la sensación de haber perdido el tiempo porque la lectura no me ha aportado absolutamente nada. Puede que me haya sentido identificada con algún personaje, o que haya querido matar a otro, o que haya sufrido o me haya divertido con ellos; el caso es que, al terminar de leer un libro, me sienta en cierto modo triste porque la historia ha acabado y me habría gustado que durara más. Esto es precisamente lo que ocurre con las novelas de Francisco, que siempre te dejan con ganas de más.
En más de una ocasión le he oído decir que, en todos sus escritos, siempre pone alma, corazón y vida; y tengo que añadir que todos sus escritos me han gustado. Pero si con Assur me hizo reencontrarme con mis queridos vikingos y viajar por tierras gallegas (literalmente, porque mientras lo leía andaba por Galicia y aproveché para visitar algunos de los enclaves que aparecen en la novela), con Ronin me descubrió el Japón medieval y una parte de la historia de España que conocía muy poco, con Caja negra me tuvo en vilo constante, y con Los lobos del centeno me dio a conocer secretos y leyendas de su Galicia natal, con Donde aúllan las colinas ha conseguido nada menos que hacerme sentir, más que nunca, ese alma, ese corazón y esa vida que siempre pone en sus novelas. La última vez que nos vimos, me dijo: Esta es la mejor novela que he escrito. Y personalmente, me he emocionado escribiendo esta reseña casi tanto como leyendo la novela, así que no puedo más que darle la razón.
pues está bien traída la trama entre las tierra gallegas y las romanas pues la figura del lobo es también muy importante en la historia de Roma , no en vano en el imaginario del imperio está el hecho de que una loba la que alimenta a Rómulo y Remo y hasta en su honor se funda una importante casta sacerdotal por lo que matar a una loba preñada no puede más que traerle disgustos a Julio Cesar , y si el autor se involucra tanto en la historia será por lo que resulta tan emocionante como lectura
ResponderEliminarLa verdad es que sí es emocionante. Pero con las novelas de Francisco siempre lo es.
EliminarSi emociona la reseña no quiero ni imaginar lo que me hará sentir la novela, pero lo voy a descubrir pronto y lo contaré. Sole
ResponderEliminarUf, te va a encantar la novela, seguro. Gracias por pasar por aquí. :-)
EliminarSabía que te iba a gustar la novela (bueno, tratándose de Narla, en tu caso, sería imposible no pensar otra cosa, aunque en este caso precisamente me he alegrado de haberla leído antes que tú para entender tu debilidad por este escritor) y me he emocionado al leer tu reseña, porque todo lo que plasmas lo he podido sentir igualmente al ser partícipe de esta historia.
ResponderEliminarMe encantó haber compartido encuentro contigo y, lógicamente, haberme estrenado con Narla. Un lujo.
Un beso.
La verdad es que sí, para mí Narla es un valor seguro ya a estas alturas. Pero me alegro de que esta vez hayas sido tú la primera en leer la novela, porque creo que ahora me comprendes mucho mejor. Estuvo genial compartir encuentro, ya lo sabes; y me alegro de que por fin te hayas estrenado con Francisco. :-)
EliminarYo también he llorado. Acabo de terminarla y me he puesto a buscar información en internet y he sentido deseos de compartirlo con todo el mundo. ¡Nunca había hecho algo así! Y es que Donde aúllan las colinas es increíble, espectacular, me dejó sin palabras y, como dices en la reseña, creo que me acompañará durante muchos años, puede que de por vida.
ResponderEliminarMe alegro muchísimo de que hayas disfrutado tanto la novela, aunque creo que no podía ser de otra manera. Gracias por la visita. :-)
Eliminarhola muchas gracias por la reseña ya que este escritor la verdad que no lo conocía pero tengo curiosidad por ver como escribe. Tal vez no sea esta la elegida pero seguro que alguna otra cae chao
ResponderEliminarPara mí este escritor también fue todo un descubrimiento. Espero que cuando leas algo suyo te guste tanto como a mí.
EliminarAcabo de terminarla y todavía tengo la piel de gallina, una delicia de historia, Carmen
ResponderEliminarEs una maravilla, desde luego. Gracias por la visita.
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