Edición: 1ª ed.
Publicación: Barcelona: Tusquets, 2013
Descripción física: 342 p., 19 cm.
ISBN: 978-84-8383-751-1
CDU: 821.113.6-31"19"
Signatura: N MAN áng
Precio: 8,95 euros en la Casa del Libro
Y EL ÁNGEL VOLÓ...
Los que me leéis habitualmente ya sabréis que desde que descubrí a Henning Mankell, hace ya algunos años, he intentado siempre ir leyendo todo lo que ha ido escribiendo (aparte de ponerme al día con lo que ya había escrito antes de que yo lo descubriera). Y hace unos meses, dando una vuelta por un par de librerías, vi que había algunos títulos que todavía me faltaban; así que me hice con ellos. Hoy le ha llegado el turno al primero que leí de este último lote que compré; además, justo mientras escribía esta reseña me enteré de que Mankell había muerto, así que espero que al menos esta opinión sirva para hacerle mi pequeño homenaje por todos esos buenos ratos que me ha hecho pasar mientras leía sus novelas, y los que espero que aún me quedan cuando lea las que me faltan. La pena es que ya no escribirá ninguna más...
Argumento y personajes
La historia está narrada en dos épocas diferentes; la primera de ellas comienza en el año 2002, en una de las habitaciones del hotel África, en la ciudad de Beira (Mozambique); en ella, un tal José Paulo encuentra por casualidad, entre las tablas de madera del entarimado del suelo, un cuaderno que tiene en la tapa el texto Hanna Lundmark, 1905. Pero no puede saber de qué se trata, ya que aunque aparentemente es un diario, está escrito en un idioma que este hombre no conoce.
La segunda historia, aunque es anterior en el tiempo, la conoceremos después de que el autor nos haya introducido esos pocos detalles de la primera. En este caso se trata del año 1904: Elin, una mujer sueca, no quiere que Hanna, su hija mayor, se críe en la aldea en la que viven porque sabe que allí no le espera ninguna perspectiva de vida. Decide enviarla, a través de un conocido suyo, Jonathan Forsman, a casa de unos parientes que viven en otra ciudad en la que se supone que Hanna podrá labrarse un futuro mejor. Pero las cosas se complican un poco para Hanna, que acabará trabajando en la casa del hombre que la ha llevado a buscar a sus familiares y haciéndose muy amiga de Berta, otra de las chicas que también trabaja allí; y después de un tiempo en la casa, su patrón cree que será una buena oportunidad que se enrole como cocinera en un barco que viaja nada menos que a Australia. Hanna es consciente de que lo más probable es que, con ese largo viaje de por medio, no vuelva a Suecia nunca más ni tampoco se reencuentre con su amiga del alma, aunque las dos prometen no dejar de escribirse nunca hasta ese posible reencuentro.
Pero como la vida da muchas vueltas, el destino quiere que en una de las paradas que hace el barco, concretamente en Lourenço Marques (lo que ahora es el actual Maputo), Hanna desembarque y no vuelva a subir a bordo. Enferma, acabará siendo recogida en lo que ella cree que es un hotel, pero que resulta ser el local O Paraiso, el burdel más famoso de la zona. Allí Hanna comenzará a establecer relación con los habitantes del burdel, desde las prostitutas (todas ellas negras) hasta los clientes, el senhor Vaz (que es el dueño del establecimiento) o incluso con Carlos, un chimpancé muy curioso que también anda por el hotel. Pero Hanna estará muy muy lejos de sospechar que su vida dará unas cuantas vueltas más y que acabará siendo la dueña del burdel más grande de la ciudad.
A lo largo de la historia irán apareciendo, en ambas épocas, los distintos personajes con los que se cruzará Hanna, por un lado su familia (madre y hermanos), y por otro los habitantes de la casa de Forsman, los tripulantes del barco en el que viajará a Australia, y los habitantes de la ciudad en la que desembarca y donde se encuentra el burdel. Lógicamente, algunos están más perfilados que otros, pero todos ellos tendrán su importancia; y veremos la evolución de Hanna en muchos casos a través de los ojos de estos personajes.
Mis impresiones
Aunque ya tengo claro que Mankell ha tocado todos los géneros, estaba tan acostumbrada a su comisario Wallander que aún hoy se me sigue haciendo un poco raro encontrarme una novela suya en la que el protagonista no sea el bueno de Kurt. Pero por otro lado, lo genial de estos cambios de tercio es que el autor conoce perfectamente las cosas sobre las que escribe, y no en vano estuvo viviendo durante muchos años en Mozambique así que sabe de primera mano cómo son las cosas allí, cómo funcionan, cómo son las relaciones entre africanos y europeos... Todo esto lo plasmará en esta novela aunque, lógicamente, las cosas imagino que habrán cambiado desde los primeros años del siglo XX en los que sucede esta historia.
Ya desde el principio me quedé con la intriga de qué pasaría con ese cuaderno misterioso que nadie sabe en qué lengua está escrito, y de quién sería esa mujer cuyo nombre aparecía en la cubierta. Y según fui avanzando en la lectura pude conocer todos los detalles: cómo acabó el cuaderno bajo el suelo de una habitación de hotel, quién era esa enigmática mujer de la que nadie sabía absolutamente nada, cómo pasó de la fría Suecia al calurosísimo Lourenço Marques, y por supuesto cómo su vida fue dando vueltas y vueltas hasta que llegó a convertirse en lo que fue. Ambas historias, la de la Hanna más joven y la de la Hanna que llega a África totalmente devastada (por un detalle que prefiero no desvelar), se van intercalando a lo largo de la novela, así que iremos conociendo todos estos detalles por partes. Al mismo tiempo, veremos cómo son las relaciones entre los distintos personajes, y en el caso concreto de Maputo, cómo por aquellos años se considera que los blancos están muy por encima de los negros (bueno, esto hay gente que todavía hoy día lo piensa...), y de hecho habrá algunos detalles que a mí personalmente me escandalizaron bastante. Además del choque cultural que supone para Hanna pasar de un país como Suecia a otro como Maputo, eso de vivir en un burdel ya es en sí lo bastante llamativo; en ese burdel irán apareciendo personajes de lo más variopinto, y situaciones también de lo más rocambolescas. Y tanto a Hanna como a nosotros, lectores, con nuestra visión actual, nos costará entender ciertas situaciones y por encima de todo el trato que se les da por lo general a los negros.
Una cosa llamativa de la novela es el hecho de que el autor mezcla hechos que posiblemente fueron reales (está documentado y se sabe que había barcos que, provenientes de Suecia, hacían escalas en Maputo y en otras zonas de África en los años en los que tiene lugar la historia de Hanna) con otros que, como él mismo dice, fueron inspirados por la documentación que su amigo encontró en el archivo que os mencionaba. Así que, aunque suponemos que la mayoría de los personajes y de las situaciones son totalmente inventadas, sabemos por el propio autor que está basado en algo real, aunque él le haya dado esa forma novelada. Y, como siempre pasa con Mankell, la forma en la que esa historia está escrita nos hará posible reír, sufrir, simpatizar (o todo lo contrario) con los personajes que irán apareciendo a lo largo de la lectura. Pero sobre todo tendremos oportunidad de reflexionar (al menos en mi caso fue así) sobre si el sitio en el que hemos nacido es en realidad el sitio en el que queremos estar durante toda la vida, o si estamos en él de paso, o dónde nos llevará el destino... Incluso después de haber terminado de leer el libro, estuve dándole vueltas a todo esto durante un tiempo.
Conclusión
Aunque me sigue gustando más la serie del comisario Wallander, porque en realidad la novela negra es uno de mis géneros preferidos a la hora de escoger lecturas, en esta ocasión me ha resultado muy interesante conocer de mano del autor (que como os decía sabía perfectamente cómo funcionan las cosas en África porque él mismo vivió allí) tantos detalles sobre la vida en un país como Maputo, sobre las relaciones entre blancos y negros, sobre los prejuicios que pesan sobre unos y otros, y porqué no, sobre los misterios de la mente humana y cómo en ocasiones hay personas que tienen pensamientos de lo más aterrador para con los demás. En muchos momentos de la historia hay pasajes que destilan muchísima tristeza, en otros los hay de sufrimiento, y en otros incluso de indignación por parte de quien está leyendo el libro.
Aunque la mayor parte de la novela transcurra en un burdel, no esperéis escenas subidas de tono ni muchísimo menos. En este caso el autor profundiza más, como digo, en la mente humana que en los hechos en sí. Y desde luego quien se lleva la palma es la principal protagonista, Hanna, que tendrá una evolución sorprendente a lo largo de estos años. Si sois más de sentimientos que de hechos espectaculares, estoy segura de que esta novela os gustará.
No es para mi!
ResponderEliminarBesos
Ayyyyyyyy, no sabes lo que te pierdes...
EliminarTengo pendiente al autor!!!
ResponderEliminarBesotes
Pues nada, a ver si te estrenas. ;-)
EliminarNo me termina de llamar. Y aún tengo pendiente conocer a Wallander.
ResponderEliminarBesotes!!!
Wallander es todo un personaje.
EliminarSólo he leído un libro de Mankell "Asesinos sin rostro", el primero de la serie de Wallander. Y me gustó el personaje, y en conjunto la novela. Y sí, me apetece leer más. Pensaba seguir con la serie en algún momento. Lo que no sabía es que tenía libros de otras temáticas.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, la serie del comisario Wallander fue la más prolífica pero tiene otras cosillas también, totalmente distintas. Ya me contarás si te animas.
EliminarAún no he leído este libro, Espe, y también soy de las que prefiero la serie Wallander.
ResponderEliminarMe ha dado mucha pena su muerte ...
bsos!
Ay, yo cuando me enteré me llevé un disgusto que no veas... Ese Wallander, que es más majo que las pesetas... :-)
EliminarY yo sin conocer a Wallander. Claro, todos los que estamos metidos en el mundo de los libros sabemos quién es y el peso que tiene Mankell, la noticia de su muerte nos entristeció a todos. Me encanta la reseña, me gusta lo que cuentas, es simplemente que hay tantísimo que leer que Mankell no ha estado nunca a tiro y ¿sabes lo que pasa? Que no sé por donde empezar. Todo esto de Maputo, Wallander me atrae pero encima vas y nos dices que ha tocado todos los palos ¿alguna recomendación para empezar con el autor? :) Besos :)
ResponderEliminarSí que hay cosas que leer, a mí siempre me da la sensación de que me faltan horas; bueno, y días y semanas, madre mía... En cuanto a recomendaciones, por decir algo, si te gusta la novela negra yo empezaría por "Asesinos sin rostro", que es el primero de la serie Wallander, y si te gusta ya tendrías para un buen rato. ;-) La verdad es que te digo esto por empezar por alguna novela de Mankell, porque la verdad es que todas están muy bien. Ya me contarás si finalmente te animas.
EliminarMe animo, me animo, me gusta la novela negra y quería conocer a Wallander pero no tenía ni idea de por dónde empezar. Hay dos listas, la cronológica según el escritor y la cronológica según Wallander. Muchas gracias :)
ResponderEliminarSí, es que además Wallander da mucha guerra y hay varios títulos posteriores a esa serie, uno de ellos que cronológicamente va entre dos de sus casos, y otro que va después; bueno, y el último de la serie Wallander en realidad es un flashback porque recoge sus primeros casos.
EliminarLa verdad es que no me llama.
ResponderEliminarUn beso.
Bueno, sobre gustos ya se sabe.
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