lunes, 13 de junio de 2011

Concurso de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

De nuevo traemos una edición del concurso Entretelibros de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. La pregunta de la edición anterior era la siguiente:

¿Quién es el autor de la primera novela escrita en lengua castellana por un africano en África?

La respuesta correcta era Leoncio Evita Enoy, y esta vez tampoco di con ella. Vamos, que no me sonaba de nada este autor...

Para esta nueva edición, el plazo estará abierto desde las 00:00 horas de hoy 14 de junio hasta las 24:00 del 28 de junio, y la pregunta de la quincena es la siguiente:


¿A quién dirigió Rosalía de Castro sus últimas palabras: "Abre esa ventana, que quiero ver el mar"?


Si conocéis la respuesta y queréis animaros a participar en el concurso, podréis entrar en el sorteo de un lote de libros de poesía de varias editoriales. ¡Suerte!

jueves, 9 de junio de 2011

Asimov y la animación a la lectura

A través de Abadía Digital, he encontrado una entrada que me ha parecido de lo más interesante. Cuenta que, allá por el año 1971, una bibliotecaria de Michigan se puso en contacto con varios personajes conocidos (entre ellos artistas, escritores, políticos y hasta científicos) y les propuso que escribieran, en un lenguaje sencillo para que los niños pudieran comprenderlo, algo que les animara a acercarse a la biblioteca y a descubrir por sí mismos todo lo que iban a poder encontrar en su interior.

Entre las respuestas que recibió Marguerite Hart, la bibliotecaria, en la entrada de Abadía Digital han destacado una que, me ha parecido preciosa (no podía ser de otra manera, siendo yo también bibliotecaria):




En la entrada original tenéis la traducción, por si a alguien le apetece leerla en español. Y como además esta carta fue escrita cuando sólo me faltaban algo menos de dos meses para nacer, me "autohago" destinataria de ella porque suscribo punto por punto todo lo que dejó escrito este autor sobre las maravillas que encierran estos edificios.

sábado, 4 de junio de 2011

El laberinto de la serpiente - Nuria Masot

Edición: 1ª ed.
Publicación: Barcelona: Roca, 2005
Descripción física: 495 p., 19 cm.
ISBN: 978-84-96284-61-6 
CDU: 821.134.2-31"19"
Signatura: N MAS lab
Precio: 8,95 euros en la Casa del Libro






MISTERIOS, TEMPLARIOS... Y ERRATAS

En cuanto me puse a investigar un poco descubrí que justo esta novela es la segunda de una tetralogía, así que mi manía del orden se revolucionó un poco al enterarse; lo bueno es que esto lo supe cuando ya había empezado a leer la novela y además iba a buen ritmo, así que me pesó un poco menos haber hecho este descubrimiento. Por otra parte, también me dio un poco de yuyu que la cosa fuera de templarios, misterios, misiones secretas, etc.; ya me veía ante un nuevo El código Da Vinci, que no me gustó demasiado, y no me apetecía nada leer algo similar. Pero bueno, como El laberinto de la serpiente está ambientado en la Edad Media, al menos eso sí me resultaba bastante interesante. Y como los templarios creo que a prácticamente todo el mundo nos resultan cuanto menos misteriosos, pensé que quizá me gustaría esta novela.

 

La autora


Núria Masot nació en Palma de Mallorca en 1949 y ha ejercido como periodista y también ha hecho teatro. Sin embargo, después decidió dedicarse a sus dos aficiones preferidas: la pintura y la literatura.
Es especialmente conocida por sus novelas medio históricas, entre las que destacan las de la serie dedicada a Guillem de Montclar, que están ambientadas en el siglo XIII y en las cuales nuestro protagonista debe resolver las misiones que le encomienda la orden del Temple, a la que pertenece en calidad de espía e investigador. Por orden de antigüedad, éstas son las cuatro novelas (aunque la propia autora ha declarado que tiene intención de escribir hasta un total de ocho) que componen la serie protagonizada por Guillem de Montclar:
  • La sombra del templario
  • El laberinto de la serpiente
  • La llave de oro
  • Las puertas del mal

 

Argumento y personajes


Según dice la contraportada del libro, el argumento de esta historia es el siguiente (copio textualmente):
1271. Guillem de Montclar regresa a Catalunya. La Orden le pide un trabajo: saber qué ocurrió con Serpentarius, más conocido como Roger de Lot, un constructor de la Orden que cien años atrás desapareció sin dejar rastro. Se sabe que se levantaba con el sol y se acostaba al atardecer, pero no lo que hacía entre el alba y el crepúsculo. Al tiempo que buscan rastros e información, empiezan a morir niños y un conde; una serie de asesinatos queda sin explicación. El misterio de la serpiente, un curioso disco de metal que perteneció a Serpentarius, es la clave. Como vemos, el argumento gira en torno a la misteriosa desaparición del maestro Serpentarius, misterio que deberá resolver el templario Guillem de Montclar, recién llegado de Tierra Santa después de pasar los cinco años anteriores allí. Guillem comienza sus investigaciones a partir de unos documentos que han sido encontrados en una habitación camuflada, que estuvo ocupando Serpentarius hasta el día en que desapareció.

Sin embargo, además de este punto de partida nos encontraremos con otras historias paralelas; por un lado, la de Santa Iscla, la patrona del lugar, cuyo culto desapareció hace cien años; y por otro, las repentinas desapariciones y muertes de una niña y un señor noble, a lo que se suma todo lo que parece que muchas personas se empeñan en ocultar. Guillem tendrá que poner a prueba sus dotes investigadoras para conseguir averiguar si estas historias son independientes o si en realidad tienen que ver con el maestro Serpentarius. Por supuesto, son muchos los personajes que aparecen a lo largo de la novela, pero mencionaré a los más relevantes:

* Guillem de Montclar: como intuiremos desde el comienzo de la lectura, será el protagonista casi absoluto. Este templario es conocido en toda la orden por su inteligencia e ingenio a la hora de desentrañar misterios, y por eso le encargan la misión de averiguar qué le sucedió al maestro Serpentarius. * Dalmau: es uno de los superiores de Guillem, y lo envía al monasterio en el que por última vez se tuvo alguna pista de Serpentarius. Dalmau pone a Guillem al corriente de la historia, aunque veremos que en realidad no le cuenta todo lo que sabe...

* Folch: acompañará a Guillem en sus aventuras. Al contrario que el protagonista, que es (por decirlo de alguna manera) más intelectual, el sargento Folch, también templario, es un hombre de acción. * Ebre: es el joven que, junto con sus tercas mulas (casi tan tercas como él), también acompañará a Guillem en su búsqueda de pistas sobre el maestro Serpentarius. A pesar de su terquedad es un chico bastante despierto, y además durante la lectura nos reiremos bastante con la mayoría de sus ocurrencias.

* Zenón: es un extraño eremita que se dedica a reunir adeptos y criticar a los miembros del monasterio. Veremos que es el mayor admirador de Santa Iscla y que está un poco mal de la cabeza, pero además hay alguien lo está utilizando para sus propósitos. * María: es una anciana que vive en una cabaña en las cercanías del bosque, un lugar que se considera maldito por los terribles hechos que tuvieron lugar en él hace ya tantos años. Muchos la consideran una bruja porque ve señales que otros no ven, y es capaz de adivinar los pensamientos de los demás. Pero a lo largo de la historia veremos que María es mucho más que eso.

* Jofre: el maestro constructor del monasterio de Santa María, hijo y nieto de los anteriores constructores, hace todo lo posible por olvidar los terribles acontecimientos de años atrás. Sin embargo, no tendrá más remedio que enfrentarse a los fantasmas de su pasado, lo que además ayudará a los descubrimientos de Guillem.

* Guerau de Cirera: es el prior del monasterio de San Miguel, que pide ayuda a la orden del Temple cuando aparecen en el edificio algunos de los objetos personales del maestro Serpentarius. Contará siempre con el apoyo del hermano Ponc de l'Oliva.

* Alamand: a pesar de ser la máxima autoridad del monasterio vecino, el de Santa María de les Maleses, vive un poco en su mundo y no se da realmente cuenta de lo que pasa entre los muros del recinto del que él es el abad.

Metiéndonos en harina. ¿Qué fue de los correctores?


Después de esta introducción a la novela, su argumento y sus principales personajes (por supuesto hay muchos más, pero tampoco era plan de hablar de absolutamente todos, porque sólo en los dos monasterios hay casi tantos monjes como en El nombre de la rosa), contaré aquí algunos detallitos más sobre la lectura de la novela. En primer lugar se trata de una novela de aventuras, por lo que no hay que tomársela como un relato histórico de los de verdad. Eso sí, se lee bastante bien y la historia que cuenta (en realidad son varias historias que se entremezclan) es muy entretenida, aparte de hacernos pasar un buen rato y tenernos casi todo el tiempo pendientes de lo que sucederá a continuación. Además ya os decía que me enteré de que forma parte de una tetralogía cuando ya la había empezado; sin embargo, aunque entendí que se hacían referencias a la novela anterior, eso no me hizo perder el hilo en ningún momento ni dejar de enterarme de cosas. Es decir, que aunque esta segunda parte es la continuación de la primera, pueden leerse perfectamente de manera independiente.

En segundo lugar, el estilo de la narración es sencillo y la lectura se hace bastante amena. Sin embargo aquí me gustaría comentar una cosa que ha sido precisamente la que me ha hecho quitarle puntos a esta novela. Tengo que reconocer que soy un poco maniática para estas cosas, pero esto de trabajar a veces de correctora supongo que influye, y cuando estoy leyendo algo (cualquier cosa, da igual que sea una novela o el prospecto de un medicamento) tiendo a fijarme mucho no sólo en lo que se dice sino en cómo se dice. Y en caso de esta novela me he llevado un buen chasco. Ya al poco de empezar a leerla me di cuenta de que había cosas que no cuadraban demasiado, así que ni corta ni perezosa, cuando ya llevaba bastantes páginas leídas, volví a empezar desde el principio, pero esta vez armada con un lápiz. Y en el metro o en el autobús iba con el libro en una mano y el lápiz en la otra, marcando todas las cosas "raras" que me iba encontrando... La gente en el metro me miraba con cara de extrañeza, y el libro tenía cada vez más marcas; que por cierto, tendré que dedicarme a borrarlas antes de devolvérselo a su dueña. Aun así, también es verdad que la historia me gustó bastante; lástima de este pequeño detallito (que en realidad para mí no es tan pequeño). Por citar algunas cosas que me encontré y que no me gustaron nada:

* En algunas páginas había párrafos con muchas frases independientes en las que no se utilizaba para nada el punto y coma que las separara unas de otras. Claro, así es imposible que no se lea rápido y los capítulos no se pasen volando, porque al leer casi te quedas sin respiración: No, ella jamás actuaba así, no habría perdido un segundo en negar el dolor o aliviarlo, sabía perfectamente que el conocimiento causaba sufrimiento y que ése era el único camino.

* En otros casos, vi mayúsculas donde no debían ir; por ejemplo detrás de los dos puntos: pues fue entonces cuando se organizó todo: Se reunió el Capítulo [...].

* Me encontré formas verbales incorrectas: andara en lugar de anduviera, ves a saber en lugar de ve a saber, o exhudar en lugar de exudar, que eso ya me terminó de matar.

* También vi frases que comenzaban con minúscula: [...] esperaba que la caída no tuviera lugar en el muro oeste del claustro... el soplo de un pájaro [...].

* Había alguna expresión mal construida: no sin antes que en lugar de no sin que antes.

* Alguna que otra frase sin sentido: Después del susto inicial que causó un gran revuelo entre la servidumbre y varias copas de vino [...].

* Y también alguna errata menor, como bailar las letras y poner prefectamente en lugar de perfectamente, o apunto en lugar de a punto; pero visto lo anterior, esto es casi hasta pasable. No tengo claro si es la autora la que no domina la lengua y los signos de puntuación, o si ha sido el corrector, o si han sido los dos. Pero por lo general me parece que una editorial debería cuidar más esto. En fin, que podría haberme parecido bastante mejor la novela, pero por culpa de esto ha perdido muchos puntos. No puedo evitarlo y con estas cosas soy demasiado exigente.

Conclusión


A pesar de la pequeña decepción que ha supuesto para mí ver que una historia interesante pierde mucho sin una buena labor de edición, tengo que decir que la novela me ha gustado mucho. Ver a Guillem de Montclar intentando desentrañar, junto con sus compañeros, el misterio de la desaparición del maestro Serpentarius, ha sido (salvando las distancias) como recordar cuando Guillermo de Baskerville ponía a prueba a su novicio, Adso de Melk, en la investigación que llevaban a cabo también en un monasterio.

Casi siempre aprovecho los viajes en transporte público para leer, y con novelas como esta, para las que no necesitas estar especialmente concentrado, los trayectos se han hecho bastante cortos e incluso alguna que otra vez he estado a punto de pasarme de estación en el metro y he aprovechado cualquier tramo de escalera mecánica o pasillo largo para seguir leyendo. En resumen, si queréis un libro con el que pasar un rato agradable y entretenido, seguro que esta novela os gustará. Si preferís algo más "profundo" o simplemente si, como yo, sois un poco maniáticos de la corrección, puede que os guste pero seguramente se os quedará esa espinita clavada.