domingo, 30 de abril de 2017

Blanco: asesinato en Londres - Alexander Copperwhite

Imagen: Web del autor.
Publicación: Novela autopublicada, 2016
Descripción física: 102 p.
ASIN: B01DL6YNJS
CDU: 821.134.2-31"19"
Colección: Los casos de Francisco Valiente Polillas, nº2
Signatura: N COP bla
Precio: 1,99 euros en Amazon.







VUELVE EL DETECTIVE VALIENTE POLILLAS

Hace algún tiempo me topé por casualidad con Alexander Copperwhite y tuve ocasión de descubrir Negro: crimen en Dubái, una de sus novelas, que el autor andaba promocionando en Twitter. Después de leerla escribí una reseña que a Alexander le debió de gustar mucho, porque me respondió muy emocionado y me dijo que, como premio, me regalaba un ejemplar en formato electrónico de la novela que hoy os traigo. José Antonio Flores, que ha redactado el prólogo de la novela, hace una pequeña sinopsis de la misma y nos cuenta lo siguiente:
Esta es la segunda entrega de esta entretenida y maravillosa mezcla de sabores y colores que nos conduce a una historia increíble, cuyo personaje peculiar es el detective Polillas. Una historia divertida, repleta de giros, caídas y peripecias que nos harán pasar unos ratos en los que la diversión está garantizada.
Si ya estamos familiarizados con el detective Polillas, podremos intuir más o menos de qué va la historia; si no, para dar pistas yo diría que nos encontramos ante una novela negra pero un poco peculiar. En realidad bastante peculiar, y es que el detective Polillas es cualquier cosa menos un detective al uso... Pero lo que sí le podemos agradecer es que nos haya salido de lo más viajero. Si en su primera aventura viajaba hasta Dubái (aquí podéis leer la reseña), este segundo caso lo trasladará hasta la ciudad de Londres, a la que por cierto me gustaría volver porque mi última visita fue en el siglo pasado, y ya le tengo ganas...

En la capital inglesa nos encontraremos con que Richard Nixton se dispone a iniciar su nueva andadura política con la celebración de un acto en el famoso Big Ben. Una nube de periodistas se encuentra allí para la sesión fotográfica del acto, en el que Nixton anunciará su candidatura y dará una fiesta para los presentes; pero tras un rato de espera, todos comienzan a impacientarse. Nixton se ha entretenido en examinar el archiconocido reloj que marca la hora londinense, así que los miembros de su equipo se dirigen allí para buscarlo y que puedan dan comienzo la rueda de prensa y la fiesta. Y cuál será su horror cuando descubren que el político está muerto. Y no ha muerto de una manera precisamente agradable: sus colaboradores verán que los engranajes del reloj casi han hecho desaparecer el cuerpo, y no hay prácticamente pistas que puedan indicar qué ha sucedido exactamente.

Será en este momento cuando el detective Valiente Polillas haga su aparición estelar. Nadie sabe lo que ha pasado, ni quién podría estar detrás de la muerte de Nixton. Y como pasa a veces en estos chistes tan típicos, tenemos dos noticias: una buena y otra mala. La buena noticia es que tres de las personas que trabajan en el entorno del Big Ben estaban muy cerca de allí en el momento del asesinato (porque todo apunta a que se trata de un asesinato) y podrán actuar como testigos; la mala, que de estas tres personas una es sorda, otra es muda y la última es ciega... Sin embargo, nuestro peculiar detective irá desentrañando los misterios que rodean a este asesinato; y eso que no se incorpora al caso con muy buen pie, y de hecho los policías de Scotland Yard dan por hecho, en el mismo momento de conocerlo, que o es tonto o le falta un tornillo. O las dos cosas.

Tampoco podemos olvidarnos de la madre de Francisco, a la que si hemos leído la novela anterior, ya habremos tenido ocasión de conocer. Ambos siguen teniendo de vez en cuando por Skype (cuando ella acierta a conectarse en condiciones) esas conversaciones tan surrealistas, la madre preocupada por si su hijo se arropa bien por las noches para dormir, o por si se acuerda de tomarse su cola-cao por las mañanas, y el hijo contándole a su progenitora los pormenores del caso. Y esas conversaciones suelen ser siempre de lo más fructíferas para Francisco, que sigue maravillado de ver la lógica tan aplastante que tiene su madre para encontrarle soluciones a todo.

Como ya comenté que pasaba con la historia anterior, no estamos en realidad ante una novela negra tradicional, pero por supuesto sí tiene muchos de sus elementos. Aunque por otro lado, se agradecen esos ratos de humor que a mí al menos me lo han hecho pasar tan bien durante la lectura. En su día Alexander Copperwhite supuso para mí toda una sorpresa, y en esta segunda entrega de las andanzas del detective Francisco Valiente Polillas me ha vuelto a hacer pasar un rato muy bueno, así que seguiré pendiente de sus andanzas para leer las siguientes entregas. Y es que Francisco es tan desastre pero a la vez tan cercano, que no podremos evitar encariñarnos con él e incluso a veces identificarnos con las cosas que le pasan salvo lo de ser detectives, claro, que en mi caso no lo soy; aunque él en realidad lo es por esas vueltas inexplicables que a veces da la vida.

Si aún no conocéis al detective Valiente Polillas, os animo a estrenaros con este Sherlock Holmes de pacotilla; estoy segura de que vosotros también disfrutaréis con sus aventuras.

2 comentarios:

  1. Me ha encantado la reseña y se me abre "el apetito" de conocer a este Polilla y su señora madre en esta trama de novela negra , con su cadáver hecho picadillo como es menester , pero con todos esos rasgos de humor en el desarrollo del misterio es una de esas ofertas que no se pueden rechazar , besos !

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    1. Ay, pues yo creo que te vas a reír un montón, y además con lo que a ti te gusta Londres te lo pasarás genial. Es un humor muy divertido, que eso a mí me pierde, jajajajaja.

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